lunes, 8 de octubre de 2012

LE CHATEAU DE MARTINVAST

  El primer Castillo fue destruido por la Guerra de los Cien Años y vuelto a construir entre 1579 y 1581 por Barthole du Moncel, con un alta que enmarcan dos imponentes pabellones cuadrados saledizos y abaluartados. De las construcciones medievales que posiblemente quedaran, este no gardo mas que la torre del homenaje. Por aquel entonces, le rodeaban unos fosos y pantanos.

De 1820 a 1867, uno de sus descendientes, el Conde Alexandre du Moncel, mariscal de campo y Par de Francia, lo restauro para que quedara habitable y le añadio cuatro torres; por lo demas, suprimio los fosos y desaguo los pantanos.




Vendido en 1867, lo compro el Baron Arthur de Schickler, Banquero de la Familia Real de Prusia en Berlin, quien hizo de el un castillo neogotico al añadirle une galeria medieval al norte y al edificar un ala de estilo parecido que unia la torre del homenaje al edifico del siglo XVI. El Arquitecto encargado de aquella reforma era el ingles William Henry White que habia construido en Paris numerosos edificios y tambien vuelto a construir el Castillo de BIZY en Vernon por cuenta del Baron Fernand de SCHICKLER, el hermano de Arthur.

En 1944, el edificio del siglo XVI quedo completamente destrozado por las llamas de una bomba incendiara inglesa mientras una bomba con onda de choque norteamericana iba destruyendo la mitad del ala neogotica constuida Hubert de Pourtalès, hija del Baron Arthur de Schickler, aislo de los escombros la parte del ala noegotica que permanecia intacta, pero hubo que esperar a que su nieto, el Conde Christian de Pourtalès-Schickler adquiriera en 1962 el Castillo para que se emprendiera primero en 1967 la restauracion del ala Este del Castillo del siglo XVI y luego a partir de 1995, la construccion de una galeria cuyo objetivo era enlazar esta ala con la parte intacta del Castillo del siglo XIX.




 
Asi es como el Castillo de Martinvast va recobrando su esplendor de antaño, a la par que sus inmediaciones son tambien objeto de mimos constantes, igual que una alhaja en su estuche campestre.
 


 


 




 
 
 

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